Instituciones como el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear o Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales), o instrumentos como los satélites que estudian el Cosmos hacen investigación “pura”. Intentan profundizar en nuestro conocimiento por su valor intrínseco y no por sus repercusiones pecuniarias. Una partícula “importante” —el bosón de Higgs— se descubrió en el CERN en 2012. Su vida media es una minúscula fracción de segundo. Es evidente que hay pocas cosas más inútiles. A pesar de este y de muchos otros ejemplos, se mostrará cómo la investigación “pura” es, social y económicamente, la segunda inversión más útil. O la tercera, ahora que seguimos activamente destruyendo la vida en nuestro planeta."Las opiniones expresadas por los ponentes no reflejan, necesariamente, las de la Fundación Ramón Areces ni de las instituciones en las que trabajan"