Los tipos de interés, especialmente los tipos de interés reales a largo plazo, son posiblemente la variable financiera con más impacto en la acumulación de capital y el crecimiento económico, a través de su impacto en el ahorro (y por ende el consumo) y la inversión, cuyo balance agregado los determina. Son el pilar básico que determina el coste de capital y el rendimiento requerido de cualquier proyecto de inversión y producto de ahorro.
En los últimos 40 años, los tipos de interés de las economías desarrolladas han experimentado una tendencia decreciente extraordinaria, hasta llegar incluso a niveles negativos, desalentando el ahorro individual sin un claro impacto positivo en la inversión. Aunque tasas decrecientes de inflación han contribuido a esa tendencia, no la explican completamente: los tipos de interés reales también han caído muy significativamente. Los últimos 18 meses sin embargo han visto un crecimiento notable de los tipos de interés nominales, y de los reales a largo plazo. ¿Marca esto un cambio de la tendencia a largo plazo de los tipos de interés? ¿O se trata solamente de un incremento transitorio, y pronto retornaremos al paramo infértil de los tipos cero o negativos?
Esta presentación explorará la evolución histórica y reciente de los tipos de interés en las economías desarrolladas y de los factores estructurales que los determinan. Cambios en el tipo de inversión predominante, en la productividad, en la estructura demográfica, y en la distribución de la riqueza han presionado a la baja los tipos de interés en las últimas décadas. Aunque algunos de estos factores seguirán ejerciendo una presión negativa en el futuro, pero cambios estructurales recientes en otros factores, especialmente en el lado de las necesidades de capital de las economías desarrolladas, auguran una presión al alza de los tipos de interés futuros."La Fundación Ramón Areces no se hace responsable de las opiniones, comentarios o manifestaciones realizados por las personas que participan en sus actividades."