La idea de progreso se convirtió en el siglo XIX en la nueva religión de la modernidad, que daba un final feliz a las convulsiones revolucionarias iniciadas a finales del siglo XVIII. De ahí la fuerza de una literatura anticipatoria, con Julio Verne como principal exponente, llena de máquinas inverosímiles y criaturas extraordinarias. Su enorme éxito popular creó las condiciones que hicieron posible la aparición en el siglo XX de los géneros futuristas en los nuevos soportes audiovisuales, principalmente, la radio, el cómic, el cine y la televisión. Los temas eran en parte los mismos, pero cada momento histórico y cada avance técnico ofrecía una versión distinta de los viejos mitos de la literatura fantástica, desde la llegada a la luna hasta los insondables misterios del fondo del mar.
A lo largo de esta sesión se mostrarán los ejemplos más enigmáticos y sugerentes de estos clásicos de la cultura de masas; viñetas de cómics, escenas de películas y series de televisión en las que se reconocen los temores y fantasías de una sociedad que proyecta sus traumas en el futuro e intenta superarlos convirtiéndolos en pura ficción. En Imágenes que nunca fueron se planteará finalmente una cuestión crucial: ¿hasta qué punto nuestra visión actual del futuro responde a los viejos patrones de la literatura y la iconografía de anticipación o aporta una forma novedosa de representarlo? Aunque cabe una pregunta aún más acuciante: ¿y si las máquinas estuvieran diseñando ya nuestro imaginario?"La Fundación Ramón Areces no se hace responsable de las opiniones, comentarios o manifestaciones realizados por las personas que participan en sus actividades."