La crisis mundial planteada por la pandemia de COVID-19 ha tenido importantes repercusiones en todos los ámbitos de nuestra vida, desde el efecto directo de la infección por SARS-CoV-2 en la morbilidad y la mortalidad por COVID hasta los efectos indirectos de la pandemia en la salud y el bienestar de las poblaciones de todo el mundo, el sistema sanitario, la economía, las sociedades y la educación.
La historia nos ha demostrado que nuestra salud y bienestar también pueden verse afectados por una serie de otros peligros, como las catástrofes naturales, los peligros químicos, radiológicos y físicos, y los peligros biológicos (epidemias y pandemias, enfermedades infecciosas emergentes (EID) y bioterrorismo). La lección clave de COVID-19, y es una lección que ya aprendimos de los accidentes nucleares, es la necesidad de estar mucho mejor preparados. COVID-19 ha puesto de manifiesto la fragmentación de la gobernanza mundial en materia de preparación y respuesta a las emergencias sanitarias y el papel fundamental que pueden desempeñar la ciencia, la investigación y la innovación para tener un mundo mejor preparado para futuras crisis sanitarias, como también ha señalado la Red Europea de Institutos de Salud Global (EGHRIN).
Como centro consolidado de excelencia en investigación con la misión de traducir la ciencia en políticas y prácticas, el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), miembro de EGHRIN, quiere acercarse a otros actores para contribuir y avanzar en este debate fundamental. Para ello, estamos estableciendo un centro institucional sobre la preparación, reuniendo nuestra experiencia y capacidades existentes y nuestras redes de colaboradores. Hemos acuñado el término PR3 como concepto guía que combina las diferentes fases de preparación y respuesta a las crisis: Preparación, Respuesta, Recuperación y Resiliencia.
Solo con un enfoque tan amplio -tanto en términos de disciplinas como de capacidades- podremos hacer frente a los riesgos ambientales sistémicos para la salud en el futuro próximo. La experiencia de COVID-19 y de los accidentes nucleares muestra muchos puntos en común relacionados con la preparación, la respuesta, la recuperación y la resiliencia, y de hecho muchas de las lecciones de los accidentes de Chernóbil y Fukushima y las recomendaciones basadas en ellas pueden trasladarse directamente a la pandemia de COVID-19.
El modelo PR3 que se presenta a continuación tiene en cuenta la gran variedad de peligros que pueden provocar una crisis de salud pública. Incluye varios pasos en el espectro continuo de las fases de preparación, respuesta y recuperación/resiliencia, basados en los éxitos y desafíos observados durante la crisis sanitaria COVID-19."La Fundación Ramón Areces no se hace responsable de las opiniones, comentarios o manifestaciones realizados por las personas que participan en sus actividades."
